"La bailarina es una manifestación fisica de la música"

La danza como expresión de sentimientos

La mujer de hoy esta inmersa en una sociedad cambiante, y cuenta con características propias que la diferencian y la distinguen en su forma de pensar, y también en la de bailar. Así, se enfrenta al baile con una gran alegría, lo que convierte su experiencia en un hermoso viaje entre el movimiento y la música, renueva la sangre de sus arterias y le hace encontrar solaz y olvido para sus preocupaciones diarias.

Ella se transforma con el movimiento, pues despierta en su interior los sentimientos y sensaciones ocultas; casi olvidadas, mientras se relaja la tensión acumulada en su cuerpo.

La mujer danza con sus más profundos sentimientos, dejando escapar lo que encierra en su interior como un volcán. Parece haber esperado durante largo tiempo para dejar que su cuerpo expresara sin palabras sus más ardientes secretos.

En su danza, está encerrada la profundidad de los proverbios, la magnificencia de la magia y las mayores paradojas: dolor, amor, esperanza, alegría, reto, liberación de ataduras y una llamada a la libertad. Este baile encierra el amor de la mujer por el hombre oriental y su odio hacia él, la tristeza, la alegría, la belleza, la inocencia, la terquedad, el perdón, la docilidad, el rencor y los celos.

El encanto de este baile y su belleza se muestra a menudo en los cambios que afectan repentinamente a quien la ejecuta, que no tiene que ser necesariamente una especialista en baile. Dichos cambios se manifiestan en el comportamiento de la misma, en las relaciones que mantiene con su entorno y en otros elementos de orden corporal y espiritual. La personalidad de cada mujer se muestra clarísimamente en cada movimiento que se realiza: actúa de una forma más audaz, se siente más segura de sí misma y cambia el temor por la valentía en un corto período.

Muchas se han detenido en los primeros pasos de la danza del vientre con el rostro enrojecido de vergüenza sintiendo ansiedad, miedo. Pero estas sensaciones desaparecen inmediatamente ya que, a pesar de que en las primeras clases la timidez es una traba con la que hay que contar, pronto la alumna descubre grandes cosas en la práctica de esta danza.

La danza del vientre es, por tanto, una bella jornada con el espíritu, que expresa las posibilidades escondidas dentro del cuerpo.


La danza mágica del vientre- Shokry Mohamed